Tiempo antes de que naciese, prácticamente nueve meses antes, recuerdo que su mami aprovechó un momento en el que yo estaba llorando (no recuerdo por qué), me cogió y me llevó a parte de todo el mundo. Y fue cuando me dijo que creía que estaba embarazada, pero que de momento no podía decírselo a nadie. Aguanté muy bien el tipo y aunque en casa me preguntaban que qué era lo que me habían dicho ese día yo no soltaba prenda.
Cuando ya se descubrió el pastel, empecé a darle vueltas a la cabeza y se me ocurrió que por qué no podría ser su madrina, y después de darle vueltas durante un par de días les dije a sus papis "¿Me podéis meter en el saco cuando elijáis madrina para el bebé?", a lo que me contestaron "Ya habíamos pensado en ti para ser la madrina". Automáticamente hubo un "clic" en mi cabeza y partir de ahí fue como si fuese a nacer una hermanita mía, alguien a quién tenía y quería cuidar siempre siempre siempre.
Cuando pasaba por momentos malos antes de que naciese la pequeña, tengo que reconocer que pensaba "Clara aguanta que tienes que conocer a la peque y cuidar de ella todo lo que puedas" y eso me daba fuerza y ganas de luchar. Por encima de todo quería ver esa carita.
Pues hoy hace un año que por fin nació. Recuerdo que era martes y que llovía. Estuve esperando esa mañana y parte de la tarde en el hospital a que naciese... pero como la cosa iba para largo me tuve que ir a casa sin poder conocerla. Estaba nerviosa pero por lo menos pude entrar a ver a la mami antes de que diese a luz y tranquilizarme al verla sonriente y tranquila (dentro de lo que cabe).
Al día siguiente ya fui al hospital a verla. Cuando la cogí en brazos no nos movíamos ninguna de las dos... yo porque estaba tensa como un palo por si acaso se me caía o algo (menuda bobada, pienso ahora), y ella la pobre estaba envuelta en 1000 mantas así que aunque intentase moverse lo tenía muy complicado.
Y a partir de ese día empecé a ser Madrina. Pasar por tiendas donde venden ropa de bebés o juguetes y no comprar nada se convirtió en misión imposible. Todo lo que veía me gustaba para ella.
A día de hoy me tiene totalmente enamorada. Solo tengo que dar las gracias a sus papis por hacerme el mejor regalo del mundo, aunque no se explicarlo aquí. Para que me entendáis, cuando estoy con ella soy un 100% feliz. Me olvido de la tos, de la fatiga y de San Pitopato.
FELICIDADES CELIA
LALA TE QUIERE