martes, 21 de octubre de 2014

Algodones

Cuando crees que todo te supera, que todo se vuelve cada vez más difícil a tu alrededor, no te queda más remedio que seguir ciertos consejos de ciertos consejeros.
Ahora es el momento de cerrar los ojos e imaginarme a mi y a los míos. Todos juntos, tanto mi familia como mis amigos. Me gustaría poder disfrutar de todos al mismo tiempo. No importa dónde sea, cosa lógica si tenemos en cuenta que lo que a mi en realidad me importa es la compañía. Aunque puestos a imaginar, si estamos en una playita en el Caribe... pues oye, no le iba a hacer ascos.

Cada vez va a ser más importante este momento del día en el que me tocará cerrar los ojos e imaginarme con mi gente. Aunque quizás algún día tenga que imaginarme a mi sola en cualquier sitio y sin querer saber nada de nadie.


Es hora de construir un mundo en el que poder estar entre algodones. Porque tanto pincho acaba haciendo herida.


lunes, 6 de octubre de 2014

Gracias por hacerme ser así

¿Cuántas veces me he parado a pensar que por qué me pasan a mi ciertas cosas? En mi situación, como creo que es lógico, lo que más envidio de los demás es su salud, su capacidad para hacer cosas que yo simplemente con pensarlo ya me canso.

¿Cuántas veces he comentado con mis padres lo increíble que me parece  ver a una señora o a un señor, ancianos, subir un tramo de escaleras de un tirón sin ni si quiera despeinarse?

Pues si hablamos de ese tipo de cosas, si que se puede decir que tengo envidia de ellos, y mucha además.

Pero la cosa es que yo no cambiaría nada de mi vida, y que doy las gracias a todo aquello que me ha pasado y que sin duda me seguirá pasando. Porque el no poder subir muchas escaleras de un tirón hace que cuando pueda hacerlo no pare. Iré a Covadonga encantada de la vida, aunque solo sea para subir aquel tramo de escaleras imposibles, y como no, sin despeinarme.

También doy gracias a todas aquellas personas que me han dado una patada en el trasero, por el motivo que sea. A estas si que sí… GRACIAS. Sin vosotros no sería lo mismo, estaría rodeada de gente que no me aporta nada, y eso no me interesa.


Como no gracias a mis amigos y amigas, que siempre están ahí, en  las buenas y en las malas, porque en eso consiste la amistad a mi modo de ver. Cuando las cosas dejan de ser rosas y comienzan a volverse grises siempre van a estar ahí. Sea como sea. 

Sois los pulmones de mi elefante.