Ayer dijiste por ahí que hoy volverías
a ser un tipo vulgar, que después de haber corrido una maratón
(42,195 km) sobre una cinta para recaudar dinero para la FQ, hoy
volverías a ser ese chico que trabaja para vivir.
Lo que tu no sabes Héctor, es que
todos y cada uno de los días del año haces cosas que nos permiten
vivir a los demás. Que todas tus locuras -porque admite que la
mayoría de las cosas que se te ocurren son auténticas locuras-
rebosan vida.
Lo que tu haces no lo hace nadie, te
sacrificas por gente que no conoces para ayudarla en todo lo posible,
para ayudar a financiar las investigaciones que en un futuro (que
esperemos no sea muy lejano) harán que un doctor le diga a su
paciente: su enfermedad ya tiene cura. Ese día será el mejor día que
cualquier persona pueda tener. Y en parte va a ser gracias a ti
Gracias a tu lucha diaria, tu esfuerzo, tu bondad, tu nunca no
puedo...
Te has ganado desde el primer minuto mi
cariño, respeto, amistad, y todo lo bueno que se te ocurra.
Para mí lo que haces tiene un valor
incalculable, y ojalá algún día alguien pueda devolverte todo eso
que nos das a cambio de nada.
Desde que te conocí, ahora y siempre
serás ese héroe del que ya te hablé varias veces. Estoy muy
orgullosa de ti y de lo que haces. ¡Como una madre de orgullosa!
Yo
creo en ti Héctor.
La manada sin ti no existiría
Por más personas como Héctor... ������������
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