Carta con olor a violetas

Ayer me encontré después de mucho tiempo sin verla, una carta que me dio una amiga que puedo decir que hice hace dos años en el Hospital La Fé de Valencia, en las 3 semanas que me pasé allí. Ya he contado la historia aquí antes, pero este pedacito de papel siempre había estado en mi mesita, y ahora lo hago público. Porque se que las palabras de Olaia van a poder ayudar a muchas personas que pasen o que vayan a pasar en un futuro por esta situación, porque a mi me ha pasado.

Cuando la conocí a ella y a más chicos y chicas con FQ, era cuando empezaban a hablarme por primera vez del trasplante los médicos. Y esta fue su forma de ayudarme, un trozo de papel que me da su apoyo y su fuerza desde ese primer día hasta siempre.
Ahora ya hace casi 2 años desde que Olaia murió, pero es imposible olvidarse de ella, por lo que vais a ver ahora:

4/ Mayo/ 2013

La Fé. Vlnc.

Este papel es un pedacito de la libreta donde guardo mis miedos, mis sueños, temores e ilusiones. La fuerza y el valor con los que luché todos estos años. Te lo doy porque se que te hace falta, porque se que el camino que estás empezando es duro y cruel, pero también está lleno de esperanza, de amigos y cariño.

Te sentirás sola muchas veces, aunque estés rodeada de gente. Tendrás que hacer y rehacer planes una y otra vez. Tomar decisiones y esperar con calma. Lo que creo que hay que saber hacer, en realidad, es permitir que tu gente te ayude siempre, mantener siempre ilusión por hacer mil planes, aunque luego se queden solo en eso, y, aunque más de una vez creas que no haces lo correcto o que quieres abandonar, mantente firme: ¡ONIPA'A! (Si hace falta te lo tatúas como hice yo!!).

Quiero que recuerdes siempre lo que ayer hablamos David y yo, que una vida con salud no es vida si no eres feliz. Haz siempre lo que debas para serlo aunque te llamen rebelde las veces que haga falta. Sal , disfruta, vive y coge fuerzas para seguir luchando siempre y teniendo ese humor.

Cuida de tu familia porque no hay nada peor para unos padres que ver a su hijita enferma o triste. Graba en tu mente las risas de esos días y úsalas como bálsamo para dolores e inseguridades (y si igualmente no funciona pídele drogas a la tía Olaia, que tengo morfina para todos jaja).

Me encantó conocerte y seguiremos hablando, no lo dudes, porque no habrá nadie que nos entienda mejor que otra persona que pasó lo mismo que tú.

Mi último consejo: QUIÉRELO TODO, no te conformes con una vida normal, nosotros los FiQuis vinimos aquí para demostrarle al mundo lo que es ser verdaderamente ESPECIAL.

Olaia